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La comunicación es la interrelación que tenemos con los demás. Podemos comunicar con nuestro lenguaje verbal, lenguaje corporal y lenguaje paraverbal. Es imprescindible que siempre exista una congruencia entre lo que transmitimos por estos tres canales.
Es interesante conocer que nuestra mayor capacidad de influencia a la hora de comunicar no está en la palabra.
La “regla de 7/38/55” nos habla del proceso comunicativo y de la incidencia que tiene la comunicación verbal y no verbal.
En la comunicación de emociones el lenguaje verbal sólo constituye el 7%. El 38% corresponde al lenguaje paraverbal (el volumen, la entonación, el timbre, las pausas, los silencios, …) y el 55% al lenguaje corporal (gestos, postura, mirada, respiración …).
La comunicación no verbal se realiza a través de multitud de signos de gran variedad: Imágenes sensoriales (visuales, auditivas, olfativas …), sonidos, gestos y movimientos corporales.
Es importante que conozcamos los canales más relevantes como emisores y receptores. Si somos emisores nuestros canales son: La cara (el ceño, la sonrisa, las muecas, …), los ojos (la dirección de la mirada, las alteraciones de las pupilas, …), el cuerpo (la postura, la posición de brazos y piernas, el distanciamiento, …) y la voz (el tono, el ritmo, …).
Si somos receptores nuestros canales son: La vista (la forma, el color, el tamaño), el oído (los sonidos fuertes, débiles, agudos o graves), el olor (los aromas, la intensidad, los matices, …) y el tacto (el frío, el calor, la suavidad, la aspereza, …).
También podemos conocer algunas señales no verbales que nos van a enseñar claves de la comunicación no verbal:
• Las señales que muestran interés: La boca y los labios es una zona que se activa cuando algo nos gusta (humedecerse los labios, tocárselos, moverlos, …). Y solemos balancear nuestra posición hacia adelante cuando estamos interesados.
• Las señales que muestran desinterés: La nariz es una zona en la que expresamos disgusto (nos la tocamos o la movemos). Con los picores podemos expresar discrepancia o que algo nos ha incomodado. Y si nos echamos hacia detrás en la silla, puede manifestar una objeción o haber perdido el interés (mirando hacia arriba puede significar reflexión).
• Otras señales: Tocarse la barbilla indica generalmente estar reflexionando. Acariciarse uno de los laterales de la cabeza, puede indicar estar buscando una respuesta. Y tocarse las cervicales podría mostrar un rechazo mayor hacia algo.
Si aprendemos a comunicamos con un lenguaje no verbal y paraverbal potente reforzaremos los mensajes que trasmitimos verbalmente y haremos nuestra comunicación más efectiva.